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Somos un grupo de alumnos del Ciclo Formativo de Grado Superior en Interpretación de la Lengua de Signos. Estamos estudiando en Santander, y hemos empezado este año...asi que andamos un poco perdidos.

martes, 21 de abril de 2015

10. Desarrollo psicológico/socio-afectivo y motor de los niños con deficiencias auditivas


En el desarrollo psicológico:

 

Son numerosos los trabajos e investigaciones dentro de la Psicología Evolutiva que han analizado cómo se desarrollan los/as niños/as con discapacidad auditiva, y qué diferencias se encuentran con el desarrollo de los/as niños/as oyentes.


En general, la evidencia disponible sugiere que los infantes sordos e hipoacúsicos tienen más problemas en su desarrollo psicológico que afectarían al desarrollo cognitivo, social o emocional. De manera muy resumida, se han encontrado que los/as niños/as con discapacidad auditiva tienden a mostrar déficit en las siguientes áreas:



-Problemas de lenguaje: Los sujetos sordos no pueden adquirir el lenguaje oral de manera espontánea.


-Problemas de memoria: En numerosas ocasiones se ha encontrado que los/as niños/as con problemas auditivos tienen una peor memoria que los oyentes, lo que se ha relacionado con un déficit en las estrategias verbales (dado que sería necesario utilizar otro tipo de técnicas más visuales) que permiten el procesamiento de la información nemónica.



-Problemas de razonamiento: Por ejemplo, algunos   trabajos describen cómo las habilidades mentales piagetianas se desarrollan de manera más lenta y difícil en niños sordos. 



-Problemas escolares: También son frecuentes los trabajos que muestran las dificultades de adaptación escolar de estos infantes y la existencia de un peor rendimiento escolar.


-Dificultades en lecto-escritura: Dentro del ámbito escolar, la lectura y escritura se suelen ver bastante afectadas, lo que de nuevo se ha relacionado con un déficit en las estrategias verbales que permiten algunas de las vías de acceso a este tipo de comportamientos.


-Inadaptación y aislamiento social: En muchas ocasiones, las personas con sordera muestran problemas de adaptación social y una cierta tendencia al aislamiento, que en los escolares se manifiesta fundamentalmente en ausencia de juego y en dificultades para establecer amistades dentro del grupo de iguales.


 No obstante, son muchos los profesionales que señalan que la idea de que la sordera está asociada a problemas en el desarrollo, es algo que debe tomarse con bastante precaución. Para ello, citan razones como las siguientes:


   1. No hay una relación directa entre la sordera y los trastornos del desarrollo. Por ejemplo, Zweibel (1987) demostró en un grupo amplio de escolares que, efectivamente, los infantes oyentes mostraban un mejor CI que los infantes sordos. Pero al realizar un análisis más detallado, también encontró que los vástagos sordos de progenitores sordos tenían mejores CI que los vástagos sordos de progenitores oyentes, lo que podría indica que quizás el problema no es el tener o no sordera, sino las pautas comunicativas de los padres y madres, que lógicamente suelen ser más reducidas en el caso de padres y madres oyentes por su desconocimiento del problema.



      2. En la literatura sobre discapacidad auditiva, queda claro que hay datos a favor y en contra de la hipótesis de que la sordera auditiva causa retrasos en el desarrollo, sin que sea posible establecer una conclusión clara al respecto.



     3. No hay una causalidad clara. Como se ha indicado antes, no puede concluirse de manera inequívoca que la sordera cause los problemas de desarrollo con los que se relaciona. Al entrar en juego factores relevantes como la familia y la educación, es posible que la explicación de los trastornos se deba (al menos en parte) a elementos ajenos al problema auditivo.


     4. Hay mucha variabilidad entre casos. Es decir, que muchos/as niños/as con sordera o hipoacusia sí tienen problemas en su desarrollo (incluso severos), mientras que otros muchos tienen un déficit leve o no tienen problemas.


Por tanto,  influyen múltiples factores como la educación, la familia, las relaciones sociales, la forma en que se interactúa con los/as niños/as, etcétera.


Desarrollo socio-afectivo:



En general, el infante sordo presenta una acentuada afectividad por su situación de dependencia, aislamiento, dificultad de comunicación y de relaciones sociales en que lo sitúa su falta de audición.  

 -  El desarrollo social familiar y social de los infantes sordos es muy relevante, se debe tener en cuenta unas pautas orientativas para ayudar al desarrollo lingüístico y emocional, entre todos debemos orientarlos a establecer unas relaciones afectivas y satisfactorias.




-  Estás dificultades comunicativas que en ocasiones tienen los padres para comunicarse con sus hijos e hijas y dar las explicaciones necesarias sobre las normas familiares y sociales, puede producir en algunos progenitores una permisividad pasiva, que si se mantiene, es muy perjudicial para el desarrollo de la personalidad de la criatura.




- Las características de tono, intensidad y ritmo, que presenta el lenguaje nos permiten distinguir situaciones comunicativas de afecto, ternura, enfado, etc. Estas emociones son difícilmente percibidas por la persona sorda, dado que su canal auditivo se encuentra gravemente alterado, limitándose la comprensión de estas situaciones a las percepciones visuales, que en ocasiones dan lugar a errores.




- El individuo sordo, en situaciones de comunicación con oyentes, percibe frecuentemente que no le entienden y que él no entiende a los demás, por lo que se producen situaciones de incomodidad y aislamiento, que van a repercutir negativamente en futuras relaciones de tipo social con el mundo oyente.



- En ocasiones el individuo sordo presenta una baja autoestima, se sienten diferentes al resto de los/as niños/as, no tienen un modelo o referente con el que identificarse y su comparación con los oyentes les produce sentimientos de inseguridad e infravaloración.



- El egocentrismo, la inmadurez, la impulsividad, etc., NO son rasgos o conductas inherentes a la sordera, sino que son consecuencia del tratamiento que desde la familia, la escuela y la sociedad, se le da al infante sordo y por tanto, modificable en otro contexto.

Desarrollo sensorial y motor: 


Estos/as niños/as experimentan la misma secuencia de desarrollo en las áreas motoras que los oyentes, y si no muestran otro tipo de déficit asociado, llegan a los primeros hitos motores: sedestación, bipedestación, deambulación dentro de los límites temporales del resto de niños.

La deficiencia vestibular, quizás sí lleve a una coordinación dinámica defectuosa y a problemas de ritmo:

     - Ligero retraso en la marcha 

     - Caminar desgarbado
     - Arrastrar los pies



BIBLIOGRAFÍA:

 http://www.cede.es/406.pdf

http://www.sfsm.es/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=192&Itemid=289

http://ocw.um.es/gat/contenidos/fcabello/tema5/3_el_desarrollo_psicolgico_del_nio_con_discapacidad_auditiva.html




1 comentario:

  1. Me gusta mucho el artículo, por su nivel de detalle en algunos de los aspectos y la redacción sencilla y clara. También tengo que decir que me parece un uso sexista del lenguaje, porque la referencia de personas sordas es "sordo" y la de criatura sordas es "niño sordo", no dando cabida, por tanto a las sordas ni a las niñas sordas.

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