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Somos un grupo de alumnos del Ciclo Formativo de Grado Superior en Interpretación de la Lengua de Signos. Estamos estudiando en Santander, y hemos empezado este año...asi que andamos un poco perdidos.

martes, 9 de diciembre de 2014

06. Síndrome de Usher

El síndrome de Usher es un extraño trastorno heredado que provoca la pérdida del oído y de la vista. Es la causa más frecuente de sordoceguera adquirida, aproximadamente el 50% del total de sordociegos lo son por este síndrome (Leyton, 1995). La pérdida de la audición suele darse al nacer o al poco tiempo y se produce porque la habilidad de transmitir entradas sensoriales de los nervios al cerebro está dañada.

Los niños que nacen con sordera profunda tienen pérdidas auditivas graves de 95 dB hacia abajo, es decir, no pueden oír los sonidos del habla, siquiera con una poderosa ayuda auditiva.

La pérdida de visión, conocida como retinitis pigmentosa, afecta a la retina y comienza en la niñez, normalmente en la primera década de vida, empeorando lentamente con el tiempo. Debido a esta enfermedad, la retina se degenera lentamente, perdiendo su habilidad para transmitir imágenes al cerebro. Sus primeros síntomas incluyen: dificultad para ver en la oscuridad y problemas para adaptarse a la luz brillante y a los cambios en las condiciones lumínicas. La pérdida del campo visual produce normalmente un efecto de parche en la visión, conocido como “visión de túnel”. La visión de túnel es un tipo de degeneración de la retina en la que las células del borde de la retina dejan de enviar información sobre los cambios de los niveles de luz y la forma de los objetos. Los afectados únicamente podrán ver los objetos que están frente a ellos.




Este síndrome se hereda de manera autosómica recesiva, ambos sexos tienen las mismas probabilidades de heredarlo. Los hijos con ambos padres portadores tienen un cuarto de posibilidades de heredar el síndrome y dos tercios de ser portadores. Si sólo uno de los padres es portador, los hijos no tendrán la enfermedad, pero tendrán posibilidades de ser portadores.





Se han identificado tres tipos de Usher que se clasifican basándose en el grado de sordera, la edad de aparición de la ceguera y la posible afectación al sistema vesicular.


-Síndrome de Usher tipo I: Los afectados normalmente nacen sordos y, debido a problemas con el sistema vesicular, suelen temer dificultades para mantener el equilibrio. Los problemas de visión empiezan a desarrollarse antes de la pubertad.
-Síndrome de Usher tipo II: Las personas con Usher II generalmente sufren hipoacusia en lugar de sordera, su capacidad auditiva no se degenera con el tiempo y generalmente tienen un sistema vesicular normal. La pérdida de visión tiende a darse en la segunda década de vida. Se da con tanta frecuencia como el tipo I, pero podría ser bastante más común, sólo que suele ser mal diagnosticado a raíz de la mayor dificultad para describir los síntomas.

-Síndrome de Usher III: Los afectados sufren una pérdida progresiva de la audición y de la visión y aproximadamente la mitad sufre una disfunción vesicular.

Para diagnosticar el síndrome de Usher, se realizarán pruebas estándares de oído. Los problemas de equilibrio pueden detectarse mediante una electronistagmografía, prueba en la que el médico enjuaga los oídos con agua tibia, para después verter agua fría, causando nistagmos (movimientos rápidos del ojo que pueden ayudar al doctor a detectar el trastorno de equilibrio). Un oftalmólogo practicará al paciente un examen ocular y, si encuentra algún problema en estas pruebas, realizará una electrorretinografía. Para confirmar totalmente si se padece síndrome de Usher, se puede recurrir a un estudio genético que desvele las características mutaciones cromosómicas que presenta este síndrome.

Por el momento no existe un tratamiento para el síndrome de Usher, por lo que es beneficioso para los niños diagnosticarlo antes de que padezcan la ceguera nocturna característica. Se puede sospechar que un niño padezca el síndrome si es sordo profundo desde el nacimiento y lento, especialmente al caminar. Un diagnóstico precoz es necesario para cubrir las necesidades pedagógicas y psicológicas esenciales y ofrecer orientación informativa sobre la situación en la que se encuentra.

FUENTES:
VILLALBA PÉREZ, ANTONIO (2000) Rasgos sociológicos y culturales de las Personas Sordas (una aproximación a la situación del colectivo de personas sordas en la Comunidad Valenciana), Capítulo 1: Sordera.

1 comentario:

  1. Buen trabajo!!
    Ayuda mucho el tema de la inclusión de imágenes para entender algunas de las explicaciones.

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